Acabo de leer un artículo de hoy miércoles 1 de Junio de 2011, de la redactora Ángela Becerra, que me ha impactado y os lo dejo tal cual:
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Aprender a desaprender
Caminaba entre mis pensamientos. Haciendo mis monólogos sobre la problemática o la facilítica de la vida y, de repente, en ese silencio alto, de mañana con olor a pan recién hecho, una algarabía deliciosa me interrumpió. Una especie de coro de risas y murmullos infantiles se aproximaba. Al girar la esquina, una treintena de pequeños, los grandes ciudadanos del futurom reían contentos. Estaban de excursión. Niños y niñas, cogidos de las manos, se sentían pletóricos en el paseo.
Allí no se adivinaba ni odio, ni rencor; ni envidia o rabia; ni egos o ansias de poder o mancillar. Ni discusiones de quién tenía la razón, ni por cuál calle girar; ni qué ver o qué leer para ser más ilustrado o saber más que el otro. Sencillamente caminaban hacia un parque, porque su gran trabajo era jugar y aprender. Observar la naturaleza y sentir la vida. Ver mariposas, flores, insectos, y dejarse llevar por el aire cálido de la primavera que libera de abrigos, bufandas y todos los etcéteras a los que obliga el mal tiempo.
Yo, que quería escribir sobre los últimos acontecimientos del 15-M, me quedé en blanco. Y en ese maravilloso blanco, recordé que un día fui niña y sólo quería saber y entender la vida.
Ahora, cuando ya han pasado varias décadas en las cuales ya he gastado muchos años aprendiendo tantas cosas, me he dado cuenta de que llega un momento en la vida en el que hay que aprender a desaprender. Desaprender para llegar a la ingenuidad, esa génesis divina donde creer no costaba nada.
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Y es que cuando una taza está llena, no cabe nada más. Incluso si llenamos más, se desbordará “manchando” nuestro alrededor, “salpicando” a quien pueda estar cerca, y “complicando” nuestra verdadera utilidad.
¿Deberías vaciar la taza de café pasado, para llenarla de nuevo, y disfrutar de un nuevo aroma?
En su último párrafo, el mensaje es claro y rotundo: “Aprender a Desaprender, para llegar a la ingenuidad”. Qué gran verdad, ¿Acaso no recuerdas cuando eras niño?
Esto me recuerda también a una película que recomiendo encarecidamente, “El guerrero pacífico”, donde también se hace referencia a “desaprender” de la siguiente forma:
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Primero lección del guerrero: Aprende a sacar la basura
La basura es todo aquello, que tienes en la cabeza, que te impide estar en el “AQUÍ” y “AHORA”.
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Se que algunos de vosotros no entenderéis del todo bien estas palabras, y otros muchos ya las habrán entendido en un momento anterior a su vida. Se trata de aquellas lecciones que aprendemos, comprendemos, incluso en cierta medida asimilamos, pero no “vivimos”. Para vivir esta lección es necesario ese momento de luz, ese momento de revelación. Cuando entiendes definitivamente el concepto del “AQUÍ y AHORA” todo cambia, nada es igual.
Os voy a revelar un secreto, desde mi propia experiencia y la de muchos, que os facilitará el camino enormemente.
¿Cómo sacar la basura de la cabeza? ¿Cómo desaprender?
La respuesta es bien sencilla, estando en el AQUÍ y AHORA, estando en el momento presente. ¿Sencillo? Pues para nada, o almenos al principio.
Cada día de nuestras vidas es un mix de pensamientos e ideas, que bien poco tienen que ver con nuestro momento actual. Eso es lo que nos roba energía, lo que nos disgusta, preocupa o incluso atormenta. Si te paras por un momento verás que la mayoría de tus pensamientos, sino todos, se situan en pasado y en futuro. Sólo cuando TOMAS CONSCIENCIA del momento actual, estás pensando en presente.
Y como se suele decir; “Agua pasada no mueve molino”, el pasado, pasado está.
Y como dicen en la película: “¿Y si no lo consigo? Eso es futuro, ya lo sabrás!”
Concéntrate en tu momento presente, toma CONSCIENCIA del AQUÍ y AHORA. Al principio puede parecer una pérdida de tiempo y una práctica un poco ortodoxa. Pero verás que con el paso del tiempo, APRENDES a mantener tu atención en lo que verdaderamente te interesa, a concentrarte en lo realmente importante, pues tu mente no anda con distracciones atemporales, ni con preocupaciones que estan fuera de tu control.
No puedo dejar de relacionar esto, directamente con el Coaching, pues es una de las herramientas perfectas para TOMAR CONSCIENCIA del momento presente, sobre tu vida, sobre cualquier aspecto. Aprender a desaprender es todo un trabajo que te llevará a conocerte aún más, y conociendo cada aspecto de tu vida, te liberarás de todo miedo, o limitación para conseguir aquello que quieras.
Nunca dejaré de insistir en esto: “No busquemos fuera lo que nos da miedo encontrar dentro”.
Y para evidenciar la eficacia del coaching, te dejo unas reflexiones. ¿Qué te apasionaba cuando eras un niño? ¿Te sigue apasionando hoy día? ¿Le dedicas tiempo a esa pasión?
¿Qué pasaría si dedicaras al menos 30 minutos al día, a aquello que te apasionaba de niño?
Todos tenemos ese niño dentro, más o menos dormido por nuestro día a día, nuestras preocupaciones, etc…. Despiértalo!
Espero que este post te haga vislumbrar cómo vivir el momento presente. Y si aún no ha llegado tu momento, que lo hará, esta información ya está en tu subconsciente esperando ser revelada. Te aseguro que ese momento es maravilloso, así que APRENDE a vaciar tu taza.
Un saludo,
Juan Márquez - DFE Coaching
